Dune, Frank Herbert

Título completo: Dune.

Autor/a: Frank Herbert.

Género: Ciencia ficción, literatura fantástica, Aventuras.

Fecha de publicación:  1998

Número en la saga:  1

Dune: una obra maestra unánimemente reconocida como la mejor saga de ciencia ficción de todos los tiempos.

Arrakis: un planeta desértico donde el agua es el bien más preciado y donde llorar a los muertos es el símbolo de máxima prodigalidad.
Paul Atreides: un adolescente marcado por un destino singular, dotado de extraños poderes y abocado a convertirse en dictador, mesías y mártir.
Los Harkonnen: personificación de las intrigas que rodean el Imperio Galáctico, buscan obtener el control sobre Arrakis para disponer de la melange, preciosa especia y uno de los bienes más codiciados del universo.
Los Fremen: seres libres que han convertido el inhóspito paraje de Dune en su hogar, y que se sienten orgullosos de su pasado y temerosos de su futuro.

       Uffff, la verdad, no se que decir de este libro. Estoy dividida entre lo que me gusta, y la lista considerable de cuestiones que no me han gustado.
       En primer lugar, esta es mi primera incursión seria en el mundo de la ciencia-ficción. Lo puse en mi lista, tras haber leído en Internet que este año que entra se estrena la adaptación en el cine, y hace unas semanas, la diosa fortuna hizo que empezara a leerlo. Al acabar, la sensación fue agridulce, y os diré la razón:
       Para empezar, la ambientación si que fue maravillosa. El desierto de Arrakis (Dune), la conexión entre un planeta y otro, las costumbres de los fremen, la religiosidad, tanto de estos como en figuras como las Bene Gesserit. Te hacía sentir que estabas en otro mundo, pero he de admitir que, a veces, no sabía si seguía en la ciencia-ficción, o en la fantasía típica del medievo.

       La trama en si, no está tan mal, algo sencilla, no demasiado rebuscada. Es más, hubo momentos en los que me recordó a Juego de Tronos, y los que hayan leído las dos historias, creo que estaréis de acuerdo conmigo. Pero no es perfecta, porque hay momentos que me parecieron pesados, incluso había escenas que me parecieron de auténtico relleno. Además, la trama política me hizo liosa, porque yo ya no sabía quien ostentaba el poder a la hora de la verdad.

       Encontramos clichés bien conocidos, como el de la profecía, el elegido que es querido y odiado por todos, prota que pierde a algún ser querido… No están mal construidos

       Pero en donde he encontrado más problemas, y más aciertos, es en los personajes. Hubo algunos que eran interesantes, y otros que me dieron ganas de matarlos yo misma. Y aquí algunos ejemplos:

· Paul Atreides: el protagonista, ¡y el que peor me ha caído! Sólo lo iguala Vladimir Harkonnen (ahora le dedico un párrafo) Vale que es el elegido, y la presión puede ser abrumadora, pero por favor, ¡se comporta como un auténtico cretino muchas veces! Tanto poder corrompe, aunque luego hagas el bien.

· Vladimir Harkonnen: el antagonista principal de la historia, y el segundo que peor me cae. Paul es peor porque este, al menos, no oculta demasiado su tiranía, y es un buen villano. Consejo que le hubiera dado a cualquier personaje: no estornudes ante su presencia, o te mandará a matar.

· Dama Jessica: el personaje femenino más importante, y ha sido una montaña rusa. A ratos la admiras, otras te da pena por su situación, y algún que otro momento, le quieres dar una bofetada para que tenga un poco más de cabeza.














 

· Leto Atreides: el personaje que me ha dado mucha pena, aunque hay otros que me dieron mucha más. No era estúpido, sabía en realidad que estaba acabado, y que su vida corría peligro, y sin embargo, tuvo que enfrentarse a su destino sin ninguna opción que le hiciera quedar mal, o a su familia. Un Ned Stark espacial, volviendo a la comparativa de Juego de Tronos.

      Y luego otros personajes, como Duncan Idaho (el esbirro que menos mal me cayó); Chani, una concubina-esposa que debería haber dado más guerra; Keynes, que tendría que haber tenido mejor protagonismo; Gurney Halleck, alguien que, o lo quieres, o lo detestas.

      En conclusión, si eres amante de la ciencia-ficción, Dune es la obra de tus sueños. Si no, bueno, deberías darle una oportunidad. Yo, a pesar de que algunos detalles importantes no me hicieron tanta gracia, el termómetro quedaría así:

4,8º de 10º