Memorias de Idhún, la resistencia, Laura Gallego

Título completo: Memorias de Idhún, la resistencia. 
Autor/a: Laura Gallego. 
Género: Literatura fantástica. 
Fecha de publicación:   14 de octubre de 2004
Número en la saga:   1

 
El día en que se produjo en Idhún la conjunción astral de los tres soles y las tres lunas, Ashran el Nigromante se hizo con el poder en aquel planeta. En nuestro mundo, un guerrero y un mago exiliados de Idhún han formado la Resistencia, a la que pertenecen también Jack y Victoria, dos adolescentes nacidos en la Tierra. El objetivo del grupo es acabar con el reinado de las serpientes aladas, pero Kirtash, un joven y despiadado asesino, enviado por Ashran a la Tierra, no se lo va a permitir.

      Antes de dar mi opinión sobre el primer libro de esta trilogía, quiero decir que amo a Laura Gallego. Me animé a leerla el año pasado, y empecé con Alas de Fuego, que me dejó satisfecha, y con ganas de seguir leyendo sobre esta autora española, a la que los escritores de fantasía de esta nación le deben mucho. Luego seguí con la trilogía de Guardianes de la Ciudadela, y esa me dejó flipada en todos los sentidos. Si la reseña fuera de estos libros, el termómetro habría reventado de los grados que le hubiera puesto. Y entonces, la Diosa Fortuna quiso que siguiera con Alas Negras, y en los últimos días del año, me puse con Memorias de Idhún.

      He de confesar que, de no haber tenido las experiencias con anteriores sagas, la ilusión habría sido el doble. Y en este caso, si bien me gustó mucho, no fue la misma experiencia placentera que con Axlin y sus monstruos. Le he dado vueltas de porque me ha pasado esto, y entonces me acordé de que fue la misma sensación cuando, el año pasado también, me terminé la saga de Harry Potter (aunque este jugó más la nostalgia por las películas)

      ¡¡¡Tenía que habérmelos leído cuando tenía 13 o 14 años, y no 25 como ahora!!!

     A veces las historias, aunque sean dirigidas a un público infantil o juvenil, un adulto las puede disfrutar de igual forma, pero otras no, y tristemente, Memorias de Idhún entra en el segundo grupo. No me malinterpretéis, la historia está bien estructurada, el mundo es fascinante, y sufres y te alegras a la par que los personajes. Además, hubo algunos giros que si me dejaron sorprendida, y sin embargo tenían todo el sentido del mundo. Pero estoy convencida que si los protagonistas hubieran sido más mayores, una soberana como yo habría dejado a un lado la saga de J.K Rowling como historia que lamentas no haber leído antes.

      Bien, normalmente espero a hacer el análisis de los personajes hasta acabar la saga, pero basándome en la experiencia del año pasado, prefiero hacerlo ahora, y en los siguientes libros, que me los leeré, pero no me urge terminarlos, lo repetiré:

· Jack: si bien tiene momentos en los que quieres darle una bofetada, no le culpo en ningún momento. Ya desde la primera línea sufre lo indecible, y sólo siendo un niño. Le ponen de sopetón la movida de Idhún, ¿quién no reaccionaría así? Y además, ni siquiera le explican su verdadera condición, así que si, lo extraño era que hubo momentos en los que es una auténtica ternura.

· Victoria: la manzana de la discordia por excelencia, pero sin embargo un gran personaje. Cuando quitas de la ecuación su parte romántica, es un personaje fuerte, valiente, decidida, alguien a quien admirar. Pero ponle a los dos pretendientes delante, y como que cambia a un personaje que no ve más allá, y pierde un poco.

· Kirtash: os juro que escribo estas líneas, y sigo sin poder creérmelo, ¡pero amo a este personaje con toda mi alma! De ser Victoria, lo escogería a él, y normalmente yo soy de las que, si me da por fantasear con un personaje, elegiría a alguien como Jack. Es un anti-héroe con todas las letras, un ser poderoso que, cuando deja salir su corazón, daría su propia vida sin pensárselo dos veces. Vale, es un asesino despiadado, pero tras oír su historia, sólo diré que es más valiente por desafiar a los suyos, bajo esas condiciones.

      Y luego tenemos al dúo Alsan/Alexander y Shail, guerrero y mago respectivamente. El primero me interesó más en la segunda parte, y Shail me dio pena no verlo tanto en el libro. Luego está Ashran el nigromante, un villano bien despiadado; Allegra, alguien que me sorprendió más de la importancia real de su presencia, y Gerde, que, espero que mejore su participación en los siguientes libros, porque en este me pareció que estaba de relleno.

     Y quiero hacer una mención especial al romance que se da en esta historia: en sí me parece atractivo, una forma poco convencional de amar, que creo que debería mencionarse más veces. Pero el problema aquí es que, quedándome sólo en este punto, está forzado. Como en plan "lo acepto por no discutir".

    Así que mi conclusión es que, si o si, hay que leérselo, pero preferiblemente si eres un preadolescente. Si no, bueno, al menos te encontrarás con una lectura entretenida, y fantasía con todas las letras.

      Y el termómetro marca, sólo con el primer libro:

8º de 10º