Libros en un búnker

      Negar la influencia de esta cuarentena, a causa de este coronavirus, sería como ponerse vendas en los ojos, y tapones en los oídos, es decir, ¡una absoluta ridiculez! Yo lo voy sobrellevando de buena forma, y esto es porque VeroWorld ocupa mi tiempo. Gracias a que decidi que mi estantería fuera un reino, con toda clase de súbditos, he conseguido que me pudiera transportar a otros lugares, que existen en el planeta o no. En pocas palabras, consigo salir de casa, sin necesidad de saltarme las normas.

     Bien, dicho esto, os voy a dar una imagen, que no supondrá ningún reto:

      Por si alguno está despistado, o no ha tenido la vista puesta en el título de esta entrada, ¡esto es un búnker! Y claro, si juntas esto con la situación actual, uno se imagina esta pregunta: ¿qué te llevarías dentro de un búnker, y que fuera imprescindible para ti? Quitemos de la ecuación a tus seres queridos, porque eso irá siempre implícito. Y también quitemos la comida, ropa y artículos de higiene, porque vamos a suponer que el resto de tus acompañantes lo llevarán por ti. Pues bueno, como esto es VeroWorld, y los vídeos y ordenadores no caben en tu búnker, te llevarás:

      Seguro que algún listillo, o listilla, me va a decir: yo tengo tablet, o Kindle, y puedo meter un millón de libros. Pues aquí pongo las reglas chiquitín, y supongamos que no podemos llevar nada electrónico, y por lo tanto, tendrán que ser libros en papel. Pero, y aquí viene la decisión difícil, ¡¡¡sólo puedes coger cinco, porque el espacio es limitado!!!

¿Pero cuáles?

      Aquí, señores y señoras, me estuve devanando los sesos para poder escoger los adecuados, y no me resultó nada fácil, pero por fin he tomado una decisión, e iré argumentando mis elecciones, uno por uno. Y ojo, que no es que no me entre cargo de conciencia por los caídos, pero bueno, a falta de leer más libros, que es muy probable que hubieran entrado, de habérmelos leído a tiempo, aquí va:

· El principito (Antoine de Saint-Exupéry)

      Por favor, ¿os creíais que yo iba a dejar excluido al principito, y su particular rosa? Venga ya, la duda ofende. Pero hablando en serio, en un futuro post-apocalíptico, necesitaríamos recordar como los adultos se ahogaban por problemas insignificantes, y como tenían que haberlo hecho todo de forma más sencilla.

· El tiempo entre costuras (María Dueñas)

      Cuando precise de algo de historia, una novela de época es la opción más obvia de todas. Pero claro, no necesitaría algo de veracidad, sino una idea abstracta. María Dueñas fue la primera que se me ocurrió, y me parece que su primera novela es la mejor de las opciones. Me entretenería con una historia apasionante, y vería como era Madrid y Marruescos, durante la época de la Guerra Civil española.

· Guardianes de la ciudadela, la misión de Rox (Laura Gallego)

      A decir verdad, me fue difícil elegie sólo uno de la saga, pero como dije sólo cinco libros, y yo quiero cumplir mi propia norma, hice un examen de conciencia. Y creo que, y muchos estaréis de acuerdo conmigo, que Laura Gallego se lució como nadie en el tercer libro, en el que la batalla final surgió, fue glorioso, y no tuvo la necesidad de mandar a todo el escuadrón. Además, los monstruos más complejos lucieron mejor aquí, y nos daría un halo de esperanza, ya que, con su situación, consiguieron salvar el mundo.

· El mundo de Sofía (Jostein Gaarder)

      Este libro lo leí hace años, y me parece el más útil de todos los libros de esta lista, incluso más que El Principito, que son palabras mayores ¿La razón? Con esto se puede aprender sobre la filosofía, y los filósofos que andan detrás de él. Porque no todo es entretenimiento, y un poco de pensamiento profundo vendrá bien para crear uno sus propios pensamientos.

· El cuento de la críada (Margaret Atwood)

      El más reciente de la lista, pero esto no quiere decir que no me haya afectado, en absoluto. Puede que esta no fuera la lectura más halagüeña de todas, pero sería un recordatorio, especialmente para las mujeres, de que, como nos durmamos en los laureles, esto puede pasar. Y no, si hay que restaurar el mundo, ¡¡¡así no!!!